Vacunación de rescate y dosis de recuerdo

Es posible que algunas personas no se hayan puesto alguna vacuna o no se les haya administrado el número de dosis recomendado. Aún están a tiempo de ponerse al día.

Todos debemos comprobar si nos hemos puesto las vacunas recomendadas a nivel nacional y consultar con el personal sanitario en caso de que necesitemos ponernos al día. Para ello puede ser necesario consultar los registros de vacunación o los calendarios de vacunación que existían cuando nacimos. Para algunas enfermedades, como la varicela y la rubeola, también es posible realizar un análisis para comprobar si la persona está vacunada.

Si no sabemos si nos hemos vacunado frente a una enfermedad en concreto normalmente podemos ponernos una dosis de recuerdo sin que aumente el riesgo de efectos secundarios graves.

Pueden organizarse programas de vacunación de rescate para enfermedades concretas. Por ejemplo, debido al número creciente de casos de sarampión en adolescentes y jóvenes, en varios países de la UE/ EEE existen campañas de vacunación para las personas a las que es posible que no se administrara la vacuna del sarampión cuando eran más jóvenes o que son demasiado mayores y por eso no la recibieron cuando eran pequeñas.

La mayoría de las vacunas proporcionan inmunidad para toda la vida.

Sin embargo, algunas vacunas proporcionan una inmunidad que desciende con el paso del tiempo, fenómeno que se conoce como "descenso de la inmunidad". Algunos países recomiendan la administración de dosis de recuerdo en intervalos regulares durante la adolescencia y la vida adulta, con el fin de mantener la inmunidad durante un período de tiempo prolongado, por ejemplo, frente a las siguientes enfermedades:

• difteria
• tétanos
• tosferina

Algunos países recomiendan la administración de dosis de recuerdo específicamente a las personas que viajan o tienen un mayor riesgo de exposición a las enfermedades.

Los responsables de la asistencia sanitaria pueden facilitar información sobre las dosis de recuerdo necesarias.